Alégrense, Jesús ha nacido

Alégrense, Jesús ha nacido December 27, 2020

Gaudete Christus est natus ex Maria Virgine gaudete. Un hermoso villancico del siglo dieciséis abre con estas palabras las cuales invitan a los oyentes a alegrarse por el nacimiento de Cristo – ¡Alégrense, Cristo ha nacido de la Virgen María, Alégrense! Escuché este bello y enérgico villancico mientras estaba en seminario. Su melodía pegadiza y su estribillo repetitivo son difíciles de borrar de la mente una vez que se escuchan.

Luego de nuestra larga espera durante el Adviento, después de encender todas las velas de la corona, celebramos que Dios ha elegido enviar a Su Hijo Unigénito al mundo para que podamos llegar a conocer Su amor paternal. Hemos esperado con la Santísima Madre de Dios quien esperó durante nueve meses mientras el niño se desarrollaba en su vientre, y hemos esperado con el Pueblo Elegido de Dios, los Israelitas, quienes esperaron durante quinientos años la llegada del Mesías, el descendiente del Rey David quien restauraría el Reino y gobernaría sobre el Pueblo de Dios para siempre.

El antiguo villancico navideño Gaudete continua: Ha llegado el momento de la gracia, lo que hemos deseado; cantos de alegría devolvamos fielmente. Dios se ha hecho hombre, la naturaleza se maravilla. El mundo ha sido renovado por Cristo reinante.

Durante el tiempo de la Navidad nos maravillamos con el bebé recostado en el pesebre. Es pequeño e indefenso, semejante a nosotros ante la grandeza de la creación. Con el nacimiento de Jesús lo infinito intersectó la creación para renovarla y restaurarla. De la misma manera que Jesús travesó un abismo infranqueable y entró al mundo como un tierno niño, El se manifiesta en nuestras almas el día de la Navidad para proclamar misericordia, restauración y amor. Se para a la puerta de nuestros corazones y llama, esperando pacientemente que tú y yo lo invitemos a ingresar.

El bello cantico concluye: Por tanto cante ahora nuestra asamblea con resplandor, que bendiga al Señor; Salvación a Nuestro Rey. La Navidad da inicio a un tiempo de alegría. La esperanza se renueva incluso en medio del sufrimiento, el hambre, la guerra y la enfermedad. El niño durmiendo en el pesebre ha cautivado a generaciones de cristianos regalándonos una expectativa simple y llena de esperanza, de que a pesar de las dificultades, siempre llegaran tiempos mejores. El nacimiento de Jesucristo en una noche oscura y fría de invierno en  Belén se repite cada vez que Jesús nace en el corazón de un pecador arrepentido o un siervo fiel que renueva su compromiso con la vida cristiana.

Cada año veo como cientos de fieles visitan nuestra Catedral de San Juan Bautista en Savannah para maravillarse con el espectacular Pesebre. Niños y adultos sonríen asombrados por su tamaño y belleza. Es una estructura única y elaborada, llena de escenas sagradas y mundanas. Mientras se admira, uno no puede evitar alegrarse por el hermoso momento que captura: el nacimiento del Salvador. Estos días de Navidad son un momento para hacer una pausa y llenarnos de alegría que Cristo Jesús no solo ha venido en la historia, sino que penetra continuamente nuestra existencia con su presencia. La Navidad se puede encontrar todos los días de nuestras vidas. Gaudete Christus est natus ex Maria Virgine gaudete.

Fotografia es mia, con derechos reservados.  Parado frente a la Basilica de la Natividad en Belen, 2006.


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