El Padre Tomas Rosica, asistente de la Oficina de Prensa del Vaticano para angloparlantes, afirmó que el mayor logro del Papa Francisco es el cambio de imagen del catolicismo a nivel mundial. Hace unas semanas tuve oportunidad de escuchar al Padre Rosica comentar sobre el papado de Francisco durante una conferencia en Atlanta. Rosica dijo que hoy estudian al Papa Francisco en universidades seculares como un estudio de caso, por haber relanzado la imagen de la Iglesia. Los esfuerzos del Papa no han sido guiados por un asesor de marketing, sino más bien, argumenta Rosica, por la actual revolución franciscana, la cual encuentra su fuente en Belén, Nazaret y Jerusalén. En otras palabras, la inspiración del Papa Francisco viene de las Sagradas Escrituras. “El Papa Francisco tendrá éxito”, cree Rosica, “porque su visión, sus esperanzas y sus sueños están fundados en Jesucristo”.
El Papa está reconstruyendo la Iglesia como lo hizo San Francisco, pero a través de una revolución de ternura (Evangelii Gaudium, 88). El Papa lidera una revolución por medio de su comportamiento cristiano, el cual debe seguir todo cristiano bautizado al imitar a Cristo. Este comprende vivir sin miedo, fielmente, haciendo el bien y con alegría. Desde su elección, el Papa Francisco nos ha sorprendido con su lenguaje sencillo y gestos significativos. Varias veces ha concluido sus palabras los domingos después de rezar el Ángelus diciendo, “tengan un buen domingo y buen almuerzo”. Su lenguaje sencillo también se encuentra en sus homilías diarias, las cuales lo conectan con su pueblo. Sus palabras no aparentan ser muy papales, y con ellas, pinta imágenes profundas que son fáciles de comprender. La imagen del Papa abrazando a Vinicio Riva, un hombre deformado cubierto de llagas y tumores, ha sido plasmada en la memoria de muchos. Su humilde petición de oración a los miles reunidos en la Plaza de San Pedro la noche que fue electo, demostró a un hombre sencillo que realmente huele como sus ovejas. Donde quiera que vaya, sigue pidiendo oración.
Rosica señaló que el Papa no se puede clasificar en las tradicionales categorías de conservador o progresista. Su consistencia y fidelidad a los evangelios lo presenta como una paradoja al mundo.
Francisco nos recuerda que la fe consiste primero en una relación con la persona de Jesucristo. Una vez que entablamos una relación con Él, ésta nos lleva a hacer lo que Él nos pida; escuchando y actuando por amor. El Papa está renovando nuestra relación con Jesucristo, dirigiéndonos a la base fundamental del evangelio. Un corazón que no ha experimentado el amor de Cristo no podrá escuchar la verdad. Sin amor es imposible transformar corazones.
A menudo el mundo ignora el mensaje cristiano porque hay muchos corazones endurecidos que no conocen el amor de Cristo. No importa qué tan fuerte gritemos en el megáfono, nadie escuchará. El Papa Francisco nos muestra otro punto de partida: la conversión de corazones. Primero debemos facilitar que otros tengan un encuentro con Cristo, y esto es posible por medio de la revolución de la ternura. El cambio de imagen de la Iglesia que ha logrado el Papa Francisco consiste en vivir el evangelio en la vida diaria. Ninguna empresa de marketing podrá hacer esto. El Espíritu Santo continúa guiando a la Iglesia mientras cada uno de nosotros intentamos fundar nuestra visión, nuestras esperanzas y nuestros sueños en Jesucristo.
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