Reto para el Año Nuevo

Reto para el Año Nuevo 2016-03-25T17:11:24-05:00

DSC04100El ritual anual para dar la bienvenida al año nuevo ya llegó y ya pasó. Hemos recibido el 2016 con renovadas esperanzas y nuevas resoluciones. Para muchos, el celebrar un año nuevo es como empujar el botón de reset, permitiendo así descartar lo viejo y fijar la vista hacia cosas nuevas y mejores. Personalmente, le di la bienvenida al 2016 con una barriga llena. Rodeado por miembros de la comunidad peruana de Savannah, probé una selección completa de platos peruanos como causa, papa rellena, tamales y pavo.

Los católicos hemos recibido una resolución especial para este año del mismo Papa Francisco. Nos dio esta resolución clara y concreta en sus declaraciones por la Jornada Mundial de la Paz el primer día del año: “Deseo invitar a la Iglesia a rezar y trabajar para que todo cristiano pueda desarrollar un corazón humilde y compasivo, capaz de anunciar y testimoniar la misericordia”. No sólo nos desafía con esta resolución, pero también nos ha dado un Año Jubilar de la Misericordia para poder ponerla en práctica. El Jubileo de la Misericordia llegará a su fin después de varios meses, pero sus efectos seguirán presentes si permitimos que la gracia de Dios nos transforme en personas más humildes y compasivas.

Las palabras del Papa para esta jornada surgen como un mensaje de esperanza en medio de lo que él llama una “tercera guerra mundial luchada en fases.” La indiferencia hacia Dios en la modernidad ha llevado a una indiferencia hacia el sufrimiento y necesidades de los demás, así como una indiferencia hacia la creación de Dios, el medio ambiente. Señala que esta indiferencia ha llevado a la despreocupación y distanciamiento en lo personal, mientras que en una escala mayor, ha prolongado la injusticia, el desequilibrio social, la pobreza, la falta del reconocimiento de derechos humanos, la destrucción del medio ambiente y la guerra.

El remedio para la indiferencia es la misericordia y la solidaridad. El Papa Francisco cita la definición de la solidaridad del Papa Juan Paul II escribiendo que esta “es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común… por el bien de todos y cada uno.” La solidaridad no es que un vago sentido de compasión o de buenos deseos para los demás, sino una actitud concreta que toma conciencia de los demás considerando la interdependencia de la humanidad. El Papa llega a la conclusión de que el fruto de la solidaridad, la misericordia y la compasión es la paz.

Al concluir el 2015 con las varias tragedias y horrores que trajo al mundo, el Papa nos reta a mostrar solidaridad. La imagen devastadora del niño sirio Aylan Kurdi de tres años que fue distribuido por los medios de comunicación viene a mi mente. Este niño se ahogó junto con su madre y su hermano cuando intentaban llegar a la isla griega de Kos. Su pequeño cuerpo sin vida vestido de azul y rojo quedó desplazado sobre la arena. Con algo así, ¿cómo podemos permanecer indiferentes? Solo la misericordia y la solidaridad traerán la paz.

Las fotos son mias, con derechos reservados.


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