Por: Rev. Ellin Jimmerson, Ph. D.
Al igual que Sor. Simone Campbell yo soy una mujer del clero. Yo también soy una defensora de tiempo completo de los inmigrantes ilegales, trabajadores inmigrantes en los EE.UU. legalmente con una visa H2, y del trabajo doméstico. Ella es abogada; Yo soy una historiadora. Yo soy una cineasta cuyo documental sobre la justicia de los inmigrantes, La Segunda Nevera, narración a cargo de Martin Sheen, ha ganado premios en el circuito de festivales. He ganado premios por el humanitarismo. Sor. Campbell ha sido elogiada por Steven Colbert, Jon Stewart, y Bill Moyers y se ha convertido en el tema principal para la fabricación de un documental, Nuns on the Bus, dirigida por la cineasta ganadora del Sundance, Mellisa Regan.
Parece que tenemos mucho en común. Pero de hecho, estamos a kilómetros de distancia cuando se trata tanto de un punto de partida para un análisis y de una reforma migratoria. Sor. Simone promueve S. 744, el llamado proyecto de ley de la reforma integral de inmigración que fue aprobada en el Senado, pero fracasó en la Cámara el año pasado. A la cual yo me opongo vehementemente.
Su punto de partida profesional parece ser, que la gente del clero debe negociar con el poder y aceptar los parámetros establecidos por los contratistas militares, empresarios corporativos, la industria penitenciaria con fines de lucro, grupos de activistas grandes y bien financiados, y los políticos confundidos. Mi punto de partida es que el clero debe decirle la verdad al poder. Hay que decir “¡No!” al César y que el estado de seguridad nacional, no se convierta en los defensores de ellos.
Lo más importante, es que Sor. Simone no parece comprender el contenido del proyecto de ley. No es de ninguna manera un buen proyecto de ley bloqueado por los republicanos en el lado equivocado de la historia. Está muy lejos de ser un proyecto de ley que ofrezca a los inmigrantes un “camino a la ciudadanía” razonable o que detenga las deportaciones. Sin embargo ese proyecto es, precisamente el mensaje que ella transmite. Como el subtítulo de su artículo que aparece en faithstreet.com el 9 de mayo ahí puso, “Porque el Congreso no ha logrado aprobar una reforma migratoria, las madres serán separadas de sus hijos a lo largo de América este Día de la Madre.” La realidad es que la Ley de Modernización de Seguridad Fronteriza, las oportunidades económicas y de inmigración sería de ser aprobada, hacer de una mala situación una situación mucho peor. Hace un llamado a una mayor militarización de la frontera EE.UU. / MEX que inevitablemente pondrá más presión en las comunidades fronterizas, los sistemas ambientales, y los migrantes. Las muertes aumentarán. Se ampliará el envío de pobres trabajadores extranjeros a la servidumbre por contrato mediante la ampliación del programa inherentemente abusivo y altamente explotador de Trabajadores Temporales, un programa que ha sido catalogado por el Southern Poverty Law Center como un programa “Cercano a la esclavitud”. El programa, inevitablemente, va a trabajar en beneficio de los empleadores y en perjuicio de los trabajadores nacionales y extranjeros. Militarización y visas de trabajadores temporales, no son gastos adicionales que rodean los bordes hacia un “camino a la ciudadanía” o un proyecto de ley. Son las piedras angulares del proyecto de ley. ¿Deportación? Ni siquiera fue abordada en el proyecto de ley, pero esto no debería sorprender a nadie ya que la Corporación GEO Group y Correcciones de América, son dos poderosas corporaciones penitenciarias con fines de lucro que tienen contratos con el gobierno federal para llenar sus camas con los inmigrantes detenidos, ya que estos están ayudando a pagar la factura. Y ese “¿camino a la ciudadanía?” En la medida en que existe, es un camino tortuoso de 13 largos años, y que no puede ser iniciado hasta que la frontera este totalmente militarizada, además de estar lleno de pagos y objeciones que los que viven el tiempo suficiente para empezar el camino nunca van a llegar a su final. Seguramente, incluso aquellos habituados a los avatares de la política deben estar de acuerdo de que es un mal intercambio por la vida de otras personas y la servidumbre de los demás. |
Cuando le escribí a Sor. Simone una carta el pasado julio animándola a reconsiderar su posición sobre la S. 744, ella me respondió, “si usted tiene una varita mágica, por favor úsela.” No tengo ninguna varita mágica.
Lo que sí tengo es la capacidad de decir la verdad al poder y proponer alternativas de justicia. En lugar de ampliar la militarización y el aumento de las muertes de inmigrantes, debemos de desmilitarizar la frontera. Debemos crear un visado que permita a los pobres sin grandes cantidades de dinero y sin ningún título de propiedad, poder venir a los EE.UU. legalmente. Debemos incluso eliminar la visa de Trabajadores Temporales. Debemos consultar inmediatamente a un estatus legal para quienes no lo tienen. Debemos poner fin a las deportaciones por completo hasta que puedan ser separadas del Departamento de Seguridad Nacional y el sistema penitenciario con fines de lucro. Podemos apoyar una buena alternativa a la S. 744, que ya existe, la Ley Unida de las familias estadounidenses, HR 3431.
En otras palabras, nosotros los clérigos podemos insistir en la justicia no en ofertas.
Rev. Ellin Jimmerson, Ph. D. ministro de la Comunidad, Weatherly Heights Baptist Church.Escritora / Directora, La Segunda Nevera, Narrado por Martin Sheen.