Hoy nuestro santo padre, el Papa Benedicto XVI, mando un Tweet al mundo Hispanohablante, diciendo lo siguiente:
@Pontifex_es: Hoy surgen muchos falsos ídolos. Si los cristianos desean ser fieles, no han de temer ir contracorriente.
“No hay que temer”—estas palabras nos enseñan que la fidelidad cristiana empieza con la vigilia, con mantenerse despierto. Como el dicho nos explica: “Camarón que se duerma, se lo lleva la corriente.”
El miedo es una forma de sueno. El que teme, se duerme. Uno de los falsos ídolos puede ser nuestro miedo propio, el temor interior. El que no se teme a si mismo va en contra de las corrientes de hoy que nos paralizan y nos matan por dentro. El que no se teme a si mismo tampoco teme su muerte o a dar su vida.
Oremos pues, hermanos y hermanas, que Dios nos despierte del sueno del temor, empezando con lo mas profundo, lo mas personal e intimo.
Pongamos atención a las palabras del Papa, predicando en su audiencia general de hoy sobre el Credo y la confianza:
La catequesis de hoy está dedicada al primer artículo del Credo «creo en un solo Dios», una afirmación fundamental, que parece sencilla pero que encierra un inmenso tesoro. Creer implica adhesión, acogida y obediencia; es un acto personal, una respuesta libre. Decir «creo» supone un don que se nos da y una responsabilidad que aceptamos; es una experiencia de diálogo con Dios que, por amor, nos habla como amigos. ¿Cómo escuchar su voz? Fundamentalmente en la Escritura, que nos habla de fe y nos narra una historia en la que el Señor cumple su proyecto de redención, a través de personas que creen y confían. Una de ellas es Abrahán, nuestro padre en la fe, porque es capaz de salir de su tierra, confiando sólo en Dios y en su promesa. A pesar de ver su cuerpo deteriorado y a su mujer anciana, y de vivir siempre como extranjero en una tierra habitada por otros, espera contra toda esperanza; por ello recibe la bendición de Dios, llena de vida y fecundidad, para hacer de él un gran pueblo. Para nosotros, Abrahán es ejemplo de libertad ante la opinión corriente, ante el juicio del mundo que busca un éxito aparente; Abrahán nos invita a responder también a Dios con un acto de confianza, que trasforme nuestra vida.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México y los demás países latinoamericanos. Invito a todos a no tener miedo de seguir al Señor, olvidándonos de nosotros mismos y confiando en la bendición de Dios. Muchas gracias.