Amos A Holy Trouble Maker

Amos A Holy Trouble Maker July 20, 2010

Sermons from the Calvary pulpit: July 18, 2010

A Sermon by Rev. Edgar Palacios

Amos 8:1-12

Jason Smith will translate when I speak in Spanish, but when I speak in English, it is your responsibility to understand me.

Hay un problema que expresa la maldad humana. Este problema se da en las relaciones personales y en las estructuras sociales, sean políticas o económicas. Me refiero a la injusticia. Existe injusticia en la familia, en el trabajo, en las instituciones civiles y en el Estado. También la injusticia se expresa entre los estados o paises.

Amós, profeta judío del siglo VIII antes de Cristo, profetizó contra Judá por no cumplir, este reino, los mandatos de Dios. Profetizó contra los estados que estaban al rededor de Israel por sus guerras, violencia y deslealtad. Y lo más sobresaliente profetizó contra Israel por su injusticia, por la corrupción de la religion, por la corrupción del sistema judicial. Amós fue un santo revoltoso. Un holy trouble maker. Para las clases poderosas de Israel, el profeta fue un problema. Decir la verdad es un problema para quienes viven en la injusticia, para quienes viven de la injusticia.

Jeroboam II fue el rey en tiempos de Amós. Este rey había llevado a las clases altas o ricas de Israel a un estado de prosperidad y bienestar.  Estas clases ricas explotaban y oprimían a los pobres, a las viudas y a los campesinos. También tenían cultos solemnes y se jactaban de ser el pueblo escogido de Dios.

Sin embargo, Amós denunció los pecados de la injusticias, la corrupción de la religión y el Derecho.  Y por estos pecados, Amós profetizó “el día del Señor”, día que sería de destrucción del Reino del Norte o Israel. Eso pasó en el año 721 antes de Cristo.

Dios dijo a AmĂłs:

“¿Qué ves Amós? y el respondió:

-Un canastillo de fruta de verano.

Y Jehová le dijo:

-Ha venido el fin sobre mi pueblo Israel;

no lo toleraré más”.

                        Amos 8:2

AmĂłs hace un juego de palabras con los vocablos hebreos que significan fruta madura y fin, ya que ambos tienen un sonido my semejante. Y continĂşa diciendo:

 “Oid esto, los que explotáis a los menesterosos,

y arruináis a los pobres de la tierra,

diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el

trigo; y la semana, y abriremos los graneros del

pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza,

Para comprar los pobres por dinero,

 y los necesitados por un par de zapatos,

y venderemos los desechos del trigo?

Jehová juró por la Gloria de Jacob: No

me olvidaré jamás de todas sus obras.”

                                                Amos 8:4-7

The God of Amos was a God of justice and demanded justice and righteousness from His people. God demanded a change of heart, and wanted the people to repent. But the people of Israel continued to oppress and exploit the poor, and were indifferent to the suffering of widows and orphans. This is the reason for the destruction of Israel.

El Dios de Amós se caracteriza por su preocupación por lo que pasa en el mundo. Dios participa en la historia. Amós no proclama la justicia, como una norma sacada de la moral,   sino proclama la preocupacion de Dios, la preocupacion de Dios por la justicia. La preocupacion (el pathos) por el mundo constituye la etica (ethos) divina. En este sentido la preocupacion de Dios por lo que pasa en el mundo, por la justicia, expresa quien es Dios. La justicia es parte de su esencia y quiere que la justicia sea una relación vivida por los seres humanos.

En nuestros días ¿cómo esta la situación en el mundo y cómo esta la situacion del “pueblo de Dios en los Estados Unidos?

En el mundo continuan las guerras, la violencia y los abusos. Los pueblos con más poderío militar invaden a los paises más débiles para quedarse con sus riquezas naturales, sea el petróleo, el agua, el oro, los diamantes, o los bosques.

Se sufre los estragos del narcotráfico y del crimen organizado. Se pervierte a la juventud, y a la mujer se le ve como un objeto sexual.

And what is wrong with the people of God in the United States? While they witness these external and internal injustices, believers remain indifferent. Personal, individual interests prevail against collective interests. It’s as if   responsibility to our national and international neighbors and the most important decisions become the responsibility of our politicians. It is often said about injustice that “it’s none of my business.”

También en los Estados Unidos hay injusticias atroces tales como: la no existencia de seguro social para todos; el enriquecimiento de los dueños de los bancos a costa de los usuarios; el poco salario y condiciones inadecuadas de trabajo para los trabajadores agrícolas; la discriminación racial; la discriminacion por la orientacion sexual; el trato a los nuevos inmigrantes; y el trato a la familia inmigrante indocumentada. Y muchas más.

Dios no quiere un culto divorciado de la vida, de la situación de los que sufren, de los débiles.

God wants His people to return to Him so that they may have life. God wants us to know Him and to practice justice through our hearts. As people of God, as the church, it is our responsibility to be responsive toward human suffering. It is our responsibility to understand the reality that surrounds us so that we might join together and nonviolently contribute to its transformation.

La esperanza del mundo y de los Estados Unidos, para un mundo como Dios lo quiere, no esta en los que detentan el poder del dinero, de las armas, o el control del agua o los recursos naturales. La esperanza del mundo esta en los creyentes en el Dios de Amós, en los creyentes en Jesucristo. Ellos, nosotros, somos los únicos que podemos luchar por un mundo humano, justo, fraterno y solidario, movimos por el amor. A nosotros no nos mueve el afán de lucro, de poder o prestigio, a nosotros nos mueve, la voz de Dios a nuestra consciencia. Si no lo hacemos, se continuará en el proceso de destrucción del mundo y de nuestra sociedad. Los seres humanos seremos como lobos comiendo a los seres humanos.

If we are committed to justice to compassion, we will experience the satisfaction of seeing lives restored, we will avoid deaths and massacres, thousands will recover their dignity, creation will be better protected, the poor will live in the gospel. All of this makes sense for our earthly lives. Let us walk in the practice of justice. Amén.


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