ELCA Despidió a un Denunciante, Rev. Nelson Rabell-González

ELCA Despidió a un Denunciante, Rev. Nelson Rabell-González December 18, 2021

ELCA Despidió a un Denunciante, Rev. Nelson Rabell-González

[Nota: La versión original en Inglés de este artículo puede encontrarse aquí. La traducción al español de este artículo fue escrita con la ayuda de la comunidad Latinx.]

La saga del Rev. Nelson Rabell-González comienza con una serie de secretos.

Rev. Nelson Rabell-González

Como se informó en mi primera publicación sobre esta historia, el reverendo Nelson Rabell-González (pronombres: él/ lo/ le) fue despedido por le obispe Megan Rohrer (pronombres: ellos / ellos) como pastor de la Misión Latina Luterana en Stockton, California, el 12 de diciembre de 2021.

La estructura de poder blanca de la ELCA quiere proteger los secretos que han envenenado la relación entre la comunidad hispana y la iglesia luterana. De hecho, ha intentado hacer todo lo posible por silenciar al reverendo Rabell-González, quien, de buena fe, ha tratado de denunciar estos secretos.

Pero, como dijo Jesús, “porque nada hay oculto que no se revelará, ni secreto que no se conocerá y saldrá a la luz” (Lucas 8:17).

Revelación completa: Soy un ministro ordenado en la ELCA (Iglesia Evangélica Luterana en América) y el Rev. Nelson Rabell-González es mi amigo y colega. Estoy escribiendo este artículo para ayudar a contar su historia, porque la política de nuestra iglesia a nivel nacional le ha cerrado el paso en todo momento. Hay detalles sobre este caso que no estoy en libertad de compartir. Pero pido una investigación completa e independiente del reverendo Nelson Rabell-González para que se pueda contar la verdad y se detenga el secreto.

Esto es lo que puedo decir basado en eventos públicos e información disponible en el dominio público, así como detalles que ahora los miembros de Misión Latina Luterana han hecho públicos.

Antes de servir como desarrollador de misiones para la congregación Latinx, el Rev. Nelson (como lo llaman muchos de sus feligreses) se había desempeñado como Pastor Asociado en la Iglesia Luterana St. Paul en Lodi, California, en el Valle Central del estado. Sirvió bajo el Reverendo Mark Price, pastor principal de St. Paul. Esta congregación blanca y acomodada decidió que quería apoyar un ministerio hispano, por lo que llamaron al reverendo Nelson en marzo de 2018. El ministerio del reverendo Nelson con las personas inmigrantes, migrantes e indocumentadas estaba dirigido a salvar vidas, fortalecer a las familias y compartir el amor de Dios a través de la palabra y el sacramento. Por ejemplo, llevó PPE (equipo de protección personal) a los trabajadores agrícolas durante la pandemia cuando sus empleadores se negaron a protegerlos. Abogó por los derechos de inmigración y los trabajadores indocumentados. Y dirigió servicios de adoración en español con un promedio de 60 asistentes.

El Rev. Nelson también cofundó una organización llamada A New Lodi para promover causas progresistas en una de las regiones más conservadoras de California. En 2020, tras el asesinato policial de George Floyd, ayudó a organizar una protesta de Black Lives Matter contra la brutalidad policial. No es sorprendente que los miembros de la comunidad, incluidos algunos de su propia congregación, tomaran represalias. Como compartió el reverendo Nelson en su discurso en la Asamblea del Sínodo de Sierra Pacific en mayo de 2021, los miembros prominentes y adinerados de la iglesia, junto con el reverendo Price, exigieron que renunciara y firmara un acuerdo de confidencialidad (NDA) a cambio de tres meses de salario.

¿Por qué una iglesia querría que un pastor firmara un NDA?

Una razón es que no querían que el Rev. Nelson dijera nada sobre el racismo que experimentó en esa congregación.

Pero hay otra razón.

El Rev. Nelson sabía de una persona en St. Paul que había tenido un contacto inapropiado con una miembro de la congregación Latinx. También sabía de otra mujer que sufrió abuso emocional por parte del mismo individuo. El Rev. Nelson sabía de estos incidentes porque las mujeres confiaron en él y confiaron en su guía sobre qué hacer. El reverendo Nelson, siguiendo el protocolo adecuado como pastor asociado, informó estos incidentes al pastor principal, el reverendo Mark Price, en junio de 2020 confiando en que lo manejaría adecuadamente. En respuesta, el pastor principal estuvo de acuerdo en que el comportamiento era inapropiado. Pero, según el conocimiento del Rev. Nelson, no se tomó ninguna medida.

(Nota: esta información fue presentada por una de las mujeres en la reunión del obispo Rohrer con la comunidad Latinx el lunes 13 de diciembre, luego del despido del Rev. Nelson. Por lo tanto, ahora es pública).

Ocho meses después, en febrero de 2021, al Rev. Nelson se le entregó la NDA requiriendo su silencio.

¿Aceptó el reverendo Nelson firmar el acuerdo de confidencialidad? No.

“No firmé el contrato de silencio (NDA), ni acepté su oferta monetaria,” declaró el Rev. Nelson en su discurso (que puede ver aquí en el minuto 1:16:28).

Rev. Nelson Rabell, speech for Sierra Pacific Synod Assembly, May 2021

En marzo de 2021, dejó la congregación en sus propios términos y fue llamado por el Consejo Sinodal del Sínodo Sierra Pacific a servir como desarrollador de la misión en la Misión Latina Luterana. St. Paul llenó el puesto vacante instalando a la que fue antes su interna pastoral.

Pero a fines de marzo, la congregación hispana que había estado adorando en St. Paul dejó esa iglesia y comenzó a adorar en Misión Latina, que se estaba reuniendo en la Iglesia Luterana Zion en Stockton, a 10 minutos de distancia.

Después de dejar St. Paul, el Rev. Nelson se enteró de que varias otras mujeres habían sido acosadas por la misma persona en St. Paul. Pero tenía la esperanza de un nuevo comienzo —borrón y cuenta nueva— para ellos en Misión Latina. El reverendo Nelson pensó que dejar St. Paul sería el fin del acoso, para las mujeres y para él mismo. Mas estaba equivocado.

En mayo de 2021, el Rev. Nelson fue uno de los candidatos a obispo para reemplazar al Rev. Mark Holmerud, quien se estaba jubilando. Su antiguo pastor principal, el reverendo Mark Price, también era candidato.

El día antes de que comenzara la asamblea, el obispo Holmerud informó al reverendo Nelson que había denuncias de que había acosado a la interna pastoral de la iglesia y a miembros del personal.

El obispo Holmerud le dijo al reverendo Nelson que tenía que revelar esto durante su discurso de nominación en lugar de compartir su visión de justicia, equidad, diversidad e inclusión para su sínodo.

Qué interesante: el mismo problema que el reverendo Nelson había tratado de denunciar, el acoso a una mujer latina, ahora se estaba utilizando en su contra.

(Tenga en cuenta que la Rev. Megan Rohrer estuvo involucrada en una demanda que alega la malversación de fondos, pero no se le requirió revelar esto en su discurso del sínodo. Tampoco se requirió que el Rev. Mark Price respondiera por las acusaciones contra el Rev. Nelson, aunque se supone que dichos actos sucedieron bajo su supervisión)

Estas acusaciones, por supuesto, torpedearon las posibilidades del reverendo Nelson de ser elegido obispo.

Sin embargo, hasta el día de hoy, no se han presentado cargos formales contra él. Sí, se convocó un panel asesor para entrevistar a los involucrados en las acusaciones. En ese proceso, el Rev. Nelson compartió lo que sabía sobre el acoso experimentado por las mujeres en St. Paul, pero esto fue ignorado. El panel tampoco entrevistó a nadie de la congregación Latinx sobre las acusaciones contra el Rev. Nelson.

Después de recibir el informe del panel, el/le obispo/e electo Megan Rohrer decidió que, en lugar de presentar cargos y seguir adelante con un procedimiento disciplinario — lo cual permitiría al reverendo Nelson compartir la evidencia que limpiaría su nombre— en su lugar se le exigiría que se sometiera a terapia. Y esta sería una condición para que él continuara con su llamado a Misión Latina.

¿Cuál sería el propósito de esta terapia? Esta parte no está clara ya que el Rev. Nelson nunca recibió una copia del informe del panel asesor.

Sin embargo, el acuerdo estipulaba que el obispo Rohrer podría comunicarse directamente con el terapeuta y se le permitiría ver sus expedientes.  Sí, esto fue básicamente un acuerdo para renunciar a sus derechos de HIPAA (ley sobre protección de la confidencialidad de expedientes de salud de un individuo). Pero el reverendo Nelson inicialmente aceptó estos términos para poder seguir adelante con su ministerio.

Sin embargo, cambió de opinión cuando el/le obispo/e lo amonestó por publicar en las redes sociales que le habían pedido que firmara un acuerdo de confidencialidad en St. Paul. El terapeuta fue copiado en el correo electrónico de amonestación enviado al reverendo Nelson acusándolo de “falta de integridad”.

Fue en ese momento que el Rev. Nelson se dio cuenta de que estaba en una situación sin salida.

Si continuaba con la terapia, cualquier cosa que dijera se usaría en su contra para destituirlo de su puesto designado por el sínodo. Al mismo tiempo, si se negaba a seguir adelante con la terapia, esto también se utilizaría como motivo para despedirlo.

¿Qué recurso tuvo el Rev. Nelson?

Sintiendo que su posición y reputación estaban siendo amenazadas por su obispo, se puso en contacto con la obispo presidente de la ELCA, Elizabeth Eaton, para presentar cargos contra el obispo Rohrer por el mal uso del proceso eclesial en su contra. El abogado del Reverendo Nelson envió una carta a la Obispo Presidente el 23 de noviembre pidiéndole que investigara el caso, incluyendo preocupaciones sobre represalias contra el Reverendo Nelson. El Consejero General de la ELCA envió una respuesta el 10 de diciembre indicando que debido a que la Obispo Presidente no es el empleador o supervisor de los obispos sinodales, y debido a que no vieron ningún motivo para disciplinar al Obispo Rohrer, no se tomarían medidas.

Dos días después, a las 8:00 a.m. de la mañana del día sagrado cultural y religioso más importante de la comunidad hispana, el obispo Rohrer se reunió con el reverendo Nelson y le informó que lo iban a despedir de su puesto en Misión Latina Luterana.  El reverendo Nelson pidió que al menos se le permitiera dirigir a la comunidad en el culto debido a la importancia del día. El obispo se negó.

A las 12:30 p.m. la congregación de Misión Latina Luterana se reunió para celebrar la fiesta de la Virgen de Guadalupe, servicio que llevaban meses planificando.

Pero su pastor no estaba por ningún lado.

El obispo y dos de sus asistentes estaban allí para dirigir el servicio. Confundidos, los miembros de la congregación gritaron durante el servicio: “¿Dónde está el pastor Nelson?” Se les dijo que tendrían que esperar hasta el final del servicio para averiguarlo.

Lo que sucedió después de eso es una historia sobre la que escribiré en una publicación futura. Por ahora, sepa que la comunidad ha quedado traumatizada. La confianza con la ELCA, una denominación 97% blanca (caucásica), se ha roto. Y las repercusiones de esta atroz violación están causando impacto mucho más allá del Valle Central.

La ELCA despidió a un denunciante. Y el reverendo Nelson, su familia y la congregación se quedan sin ningún camino hacia la justicia.

Mucha gente pregunta qué pueden hacer para ayudar.

Los organizadores que apoyan al Rev. Nelson han pedido que las personas se comuniquen con la Oficina de la ELCA (1-800-638-3522; Bishop.Eaton@elca.org) y el Sínodo de Sierra Pacific (1-800-691-3207; bprohrer @ spselca.org) para pedir tres cosas:

  • Reincorporar al Rev. Nelson Rabell-González como pastor y desarrollador de misión de Misión Latina Luterana.
  • Emitir una disculpa pública a la congregación y la comunidad hispana en general, así como al Rev. Nelson Rabell-González.
  • Llevar a cabo una investigación completa e independiente de los cargos contra el Rev. Nelson Rabell-González.

El hecho de que el reverendo Nelson haya pedido una investigación desde el principio indica que no tiene nada que ocultar. Como dijo en su discurso público en la asamblea del sínodo, “Estoy comprometido con la verdad. Estoy comprometido con el sínodo, la iglesia, mi fe en Jesucristo y nuestra fe colectiva en Jesucristo.”

Esperemos que el/le obispo/e Rohrer y la obispo presidente Eaton compartan ese mismo compromiso con la verdad y la fe.

Leer también:

La Expulsión del Rev. Rabell-González: ELCA Corrupción y el Racismo


The Rev. Dr. Leah D. Schade is ordained in the ELCA. She does not speak for the ELCA; her opinions are her own.  She is the author of Preaching in the Purple Zone: Ministry in the Red-Blue Divide (Rowman & Littlefield, 2019) and Creation-Crisis Preaching: Ecology, Theology, and the Pulpit (Chalice Press, 2015). She is the co-editor of Rooted and Rising: Voices of Courage in a Time of Climate Crisis (Rowman & Littlefield, 2019).  Her latest book, co-written with Jerry Sumney is Apocalypse When?: A Guide to Interpreting and Preaching Apocalyptic Texts (Wipf & Stock, 2020).

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